Jafar Panahi, el cineasta iraní de la resistencia, enfrenta nueva condena en su patria

Jafar Panahi, el cineasta iraní de la resistencia, enfrenta nueva condena en su patria

Un tribunal revolucionario de Teherán ha sentenciado en ausencia a Jafar Panahi, ganador de la Palma de Oro en Cannes, a un año de prisión por propaganda contra el sistema. El director, exiliado temporalmente, acumula así una tercera sanción en 15 años, mientras su obra sigue resonando en festivales globales.


 

La sentencia que revive ecos de represión

El pasado 1 de diciembre de 2025, la Sección 26 del Tribunal Revolucionario Islámico de Teherán emitió la condena contra Jafar Panahi, de 65 años. Un año de cárcel por "actividades de propaganda contra el sistema", más dos años de prohibición para salir del país y unirse a grupos políticos o sociales. La medida, dictada en rebeldía, sorprendió en vísperas de la promoción de su última cinta en Estados Unidos.

Mostafa Nili, abogado del cineasta, confirmó la noticia en redes sociales: "Llevaremos a cabo las acciones necesarias para apelar esta sentencia". Panahi, que reside temporalmente en Francia, no asistió al proceso. Fuentes judiciales iraníes no han emitido comentarios adicionales, pero el caso se enmarca en una escalada de presiones contra disidentes culturales.

 

Un historial de confrontaciones con el régimen

La trayectoria de Panahi con las autoridades iraníes es un ciclo de detenciones y prohibiciones. En 2010, un fallo similar lo sentenció a seis años de prisión y 20 de veto a filmar, viajar o hablar públicamente, por "colusión contra la seguridad nacional". Cumplió meses en la cárcel de Evin, liberado bajo fianza tras protestas internacionales.

En julio de 2022, su arresto por reclamar la excarcelación de colegas como Mohamad Rasoulof lo llevó de nuevo a prisión, donde inició una huelga de hambre. Salió en febrero de 2023, y en mayo de ese año, tras 15 años de aislamiento, pudo exiliarse. "La República Islámica se ha autodestruido por dentro, solo le queda el cuerpo", declaró entonces en el Festival de San Sebastián.

Esta tercera condena, meses después de su triunfo en Cannes, subraya la tensión entre el arte y el poder en Irán. Panahi, de familia obrera azerí, creció en Mianeh y debutó bajo la tutela de Abbas Kiarostami, mentor de la nueva ola iraní.

 

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Triunfos en la pantalla: de Cannes a Berlín

A pesar de las sombras, la filmografía de Panahi brilla con reconocimientos mundiales. Su debut, El globo blanco (1995), ganó la Cámara de Oro en Cannes, primer galardón mayor para un filme iraní en el certamen. Siguieron obras como El espejo (1997), con el Leopardo de Oro en Locarno, y Offside (2006), premiada con el Oso de Plata en Berlín por denunciar la exclusión femenina en estadios.

 
PelículaAñoPremio principalFestival
El globo blanco1995Cámara de OroCannes
El círculo2000León de OroVenecia
Offside2006Oso de Plata (Dirección)Berlín
Taxi Teherán2015Oso de OroBerlín
Un simple accidente2025Palma de OroCannes
 

El círculo (2000) exploró la opresión de las mujeres en un tono coral; Taxi Teherán (2015), filmada en clandestinidad, capturó diálogos urbanos que valieron el Oso de Oro. En 2012, recibió el Premio Sájarov por derechos humanos. Solo cuatro directores —junto a Altman, Antonioni y Clouzot— han conquistado los tres grandes festivales.

 

'Un simple accidente': el arte como denuncia

Su obra cumbre reciente, Un simple accidente (2025), le otorgó la Palma de Oro en Cannes, primer triunfo iraní desde El sabor de las cerezas de Kiarostami en 1997. Candidata francesa al Óscar, la cinta retrata a ex presos políticos en un thriller surreal sobre venganza contra un torturador. Rodada en secreto, interrumpida por policía, evoca las celdas de Evin: "En la cárcel, con los ojos vendados, el oído se afila para reconocer la voz del interrogador", rememoró Panahi.

El filme, producido pese a vetos, se presentó como hecha por la República Islámica misma. En Cannes, el director dedicó el premio: "Deben asumir las consecuencias de encarcelar a un artista". Francia la postuló al Óscar, una manera de extender su eco global.

 

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Repercusiones globales y el silencio de Teherán

La noticia ha generado alarma en la comunidad cinematográfica. En los Gotham Awards de Nueva York, el 1 de diciembre, Panahi ganó a mejor guion, dirección y cinta internacional. Dedicó los trofeos a cineastas independientes que arriesgan todo por la verdad. Figuras como Steven Spielberg y Martin Scorsese, que en 2010 firmaron una carta por su libertad, podrían reactivar campañas.

Amnistía Internacional y Human Rights Watch han condenado la sentencia como una represalia contra la disidencia creativa. Panahi, en Marrakech esta semana, dialogará sobre su obra. Mientras, Irán mantiene el mutismo oficial. Su historia, de resistencia fílmica, recuerda que el cine puede ser arma sutil contra la opresión, incluso desde el exilio.

 

 

 

Con información e imágenes de:

  EFE

  eldia.es

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