“A Tiro Limpio”: espectáculo de adrenalina, con personajes que no terminan de importar

“A Tiro Limpio”: espectáculo de adrenalina, con personajes que no terminan de importar

Desde el primer plano, A Tiro Limpio, dirigida por Jean Gabriel Guerra, exhibe su intención clara: priorizar el caos coreografiado y la intensidad de la acción por encima del desarrollo humano o de la carga emocional.


 

La película nos presenta una banda —compuesta por Frank (Frank Perozo), Willy (Tony Almont), Rata (Vakeró), Vivi (Solly Durán) y Rafa (Josué Guerrero)— que orquesta una serie de golpes cuidadosamente planificados con motivaciones de venganza personal contra un poderoso magnate interpretado por Manny Pérez. Pero ese enfrentamiento convencional entre “buenos” y “malos” se subvierte: los supuestos héroes terminan pareciendo más villanos que redentores. 

Técnicamente, A Tiro Limpio cumple en sus 22 minutos con lo que promete: tiroteos bien montados, episodios de tensión sostenida y una puesta en escena visual atractiva que da cuenta de que el cine dominicano puede asumir retos de acción. Sin embargo, esos méritos se quedan cortos cuando el guion apenas deja espacio para diálogos significativos o conflictos profundos entre personajes.

Algunos destellos sí aparecen: el personaje de Vakeró alcanza un pequeño ápice de humanidad cuando se explora —aunque de forma mínima— su vínculo con su madre. Pero esos momentos son demasiado parciales. La química romántica entre Vivi y Leah (Laura Díaz) promete, pero no llega a consolidarse.

Más allá del espectáculo, lo que no logra “A Tiro Limpio” es que nos importe realmente lo que sucede con esos personajes: cuando mueren, no duele; cuando están en peligro, no hay angustia duradera. Así, el film se convierte en un ejemplo del cine de acción dominicano que entretiene, pero no trasciende. 

La calificación de IMDb es de 7,9/10.

 

 

Con información e imágenes de:

Listín Diario