Por Maria Peraza07 Oct, 20254 minutos de lectura 26 vistas
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Paul Greengrass entrega un thriller basado en hechos reales que atrapa desde los primeros minutos: un conductor de autobús y una maestra luchan por salvar a 22 niños durante el incendio devastador de 2018 en California. Con Matthew McConaughey y América Ferrera.
El autobús perdido (The lost bus), que se llamó “A través del fuego” en algunos países, recrea los hechos ocurridos durante el incendio Camp Fire en Paradise, California, en noviembre de 2018, uno de los más mortíferos en los registros de incendios forestales del estado. La historia se centra en Kevin McKay (Matthew McConaughey), un conductor de autobús escolar, y Mary Ludwig (America Ferrera), maestra, quienes arriesgan todo para evacuar a un grupo de niños mientras el fuego se propaga sin control.
La película adapta parte del libro Paradise: One Town’s Struggle to Survive an American Wildfire de Lizzie Johnson. Aunque algunos detalles han sido dramatizados para el cine, la esencia del rescate y del caos que implicó la emergencia se mantiene con fuerza.
Recepción crítica
En Rotten Tomatoes, la película alcanza un 83 % en el Tomatometer con unas 72 reseñas, lo que indica una recepción mayormente favorable por parte de la crítica especializada.
En Metacritic, la valoración se sitúa en un Metascore de 64 sobre 100, basado en unas 24 críticas, lo que sugiere críticas positivas en su mayoría, aunque con ciertas reservas.
Los puntos que más elogios reciben son las escenas de acción y tensión —la forma de representar el fuego, el humo, el peligro inminente—, y la química entre los protagonistas centrales. Sin embargo, algunas críticas apuntan a que el guion recurre a clichés del género y a momentos previsibles, sobre todo en la construcción del conflicto personal del protagonista antes del desastre.
Dirección, actuaciones y estilo
Paul Greengrass, quien dirigió la trilogía de Bourne, Capitán Phillips y Ciudad de las tormentas, vuelve a su terreno: el cine de catástrofe realista en el que lo humano emerge con urgencia del caos. En una entrevista, declaró:
“Cuando me contaron lo del autobús y los niños, supe que quería hacer esta película. Fue instintivo.”
También recordó que mientras editaban la película, nuevos incendios en California le hicieron ver que “las imágenes que habíamos creado eran parte del mundo que vivimos”.
Matthew McConaughey ofrece una actuación desgastada, humana, que transporta al espectador al terror cotidiano: un hombre marcado por pérdidas, responsabilidad y miedo, enfrentando lo impensable. América Ferrera, por su parte, aporta fuerza y contención: su personaje sirve de soportes emocional y moral en medio de la catástrofe.
Estilísticamente, la película usa cámaras en mano, planos cercanos, sonido inmersivo y montaje que alterna la tensión inmediata con momentos de respiro. Estas elecciones ayudan a transmitir lo claustrofóbico del fuego, lo imprevisible del desastre y la urgencia constante.
Conclusión
El autobús perdido no es perfecta: las concesiones al melodrama, algunas líneas de diálogo poco afinadas, y la necesidad de equilibrar espectáculo con veracidad en varios momentos restan algo de autenticidad. Pero es un film poderoso, necesario, y muy bien logrado en sus picos de intensidad. Para quienes disfrutan del cine que combina riesgo, emociones fuertes y reflexión social —sobre cambio climático, gestión de desastres, responsabilidad civil— esta película entrega sin titubeos.
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