El desafío de contemplar La Gioconda en el Louvre: ¿vale la pena el caos?

El desafío de contemplar La Gioconda en el Louvre: ¿vale la pena el caos?

Visitar La Mona Lisa en el Louvre se ha convertido en toda una odisea: largas filas, multitudes, distancia física con la obra y breves momentos de contemplación. El museo promete mejoras: una sala exclusiva para la pintura, entradas con horario fijo, un nuevo acceso, y cambios estructurales para mejorar la experiencia del visitante.


 

 

La situación actual: entre multitudes y expectativas frustradas

La gran sala del Louvre hierve cada día con multitudes que persiguen un solo objetivo: ver de cerca la Mona Lisa. Las filas serpentean desde la famosa Pirámide de I. M. Pei, avanzan por pasillos, suben escaleras mecánicas, sortean otros visitantes, para al fin llegar a la sala donde se halla el cuadro. 

Al acercarse, el visitante descubre que el retrato más famoso del mundo, protegido tras vidrio y a varios metros de distancia, apenas se aprecia. Más aun, tiene de 30 a 60 segundos para contemplarlo antes de ser empujado por la siguiente ola de turistas

Mientras tanto, el calor, las luces, los cuerpos, el murmullo constante, los flashes de teléfonos que buscan capturar el momento en lugar de vivirlo: todo contribuye a una mezcla de emoción, frustración y resignación.

 

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Qué está haciendo el Louvre para mejorar la experiencia

En respuesta a estas críticas, el presidente francés Emmanuel Macron anunció reformas ambiciosas para el más célebre museo de arte de Francia:

  • El retrato de La Gioconda será trasladado a una sala especial, independiente, con acceso propio y billete con horario dedicado. 
  • Se planea un nuevo acceso al Louvre por el lado este, y una reorganización de galerías, con modificaciones estructurales que incluyan nuevas salas subterráneas, para distribuir mejor el flujo de visitantes. 

Laurence des Cars, directora del museo, ha señalado que la Sala de los Estados —actual ubicación de la obra— ya no sirve adecuadamente para manejar la cantidad de público ni ofrecer una experiencia digna. Por ello la idea de una sala dedicada que gestione mejor los recorridos y permita contemplar la obra con más calma. 

 

Consejos para quienes planean visitar La Mona Lisa

  • Comprar entradas con horario específico (“timed-entry”) antes de la visita. Esto evitará largas esperas afuera del museo incluso si el ticket general ya está adquirido. 
  • Visitar en momentos menos concurridos: primera hora luego de la apertura, tarde-noche los días que el museo tiene horario extendido, días entre semana o fuera de temporada alta. 
  • Elegir accesos alternativos/menos populares al museo si es posible, para evitar la cola principal que se forma en la pirámide. 

 

¿La obra más famosa es también la más frustrante?

La Mona Lisa ejemplifica ese tira y afloja entre “arte como mito turístico” y “arte como contemplación”. Su fama merece respeto, pero el modo en que hoy se exhibe provoca más decepción que admiración para muchos. Las reformas anunciadas dan esperanzas de una experiencia más humana, más digna del valor cultural de la obra. Pero habrá que ver cuándo y cómo se implementan los cambios: tanto para quienes viajan de lejos como para quienes disfrutan del arte cotidianamente.

 

 

Con información e imágenes de:

The Guardian  

Forbes  

Smithsonian Magazine  

euronews  

wonderfulmuseums.com